lunes, 31 de mayo de 2010

Duda

Y así fue como desordeno todo, y lo puso todo patas para arriba, y la noche fue el día, y el día una fotografía velada, y el caos se adueño de todo, y dudo de todo, y lo cuestiono todo, y después de eso ya no quedo nada igual.
Después de dudar de su origen, su nombre, su raza, su lenguaje, sus límites, su sexo, su profesión, sus huellas, su destino, se detuvo por un momento, se paro sobre sus dos pies con los ojos cerrados, respiro profunda y lentamente una, dos, tres veces, abrió sus ojos, vio delante de si la nada, y lo imagino todo, respiro profundamente una vez más, cerrando los ojos y luego los abrió, rompió su postura y comenzó a caminar, hasta su próxima duda.

Algún día

Creo que no debería haber tocado nada en esta vida, creo que con la contemplación solamente bastaba.
Sin embargo toque, toque todo, todo lo que tuve alrededor.
Me queme, me aferre con fuerza, me corte, me caí, me dolió, me duele, me seguirá doliendo.
Deje todo, sigo dejándolo todo, todo, todo el tiempo.
Todo lo que conozco lo voy a dejar algún día, algún día mas allá de mis días, algún día dentro de todos estos días.
Todo desaparecerá,
y no quedara nada, ni un rastro de nada.
Todo lo que tuve, todo lo que no tuve, todo lo que vi, lo que no, todo se irá algún día, algún día mas allá de mis días, algún día dentro de todos estos días, algún día todo se ira.
Voy a extrañar mi casa, los arboles de mi vereda, la luz de mi ventana, el atardecer en la pampa, el amanecer en el interminable mar, el viento helado cortándote los huesos; voy a extrañar el olor a madera, tus besos, la tierra mojada, las hojas quemadas, el oleaje incesante, la luz, la luz, la luz en todos sus colores y formas, luz que algún día al igual que yo también desaparecerás.